jueves, 22 de septiembre de 2016

Y&T - 21/09/2016. Sala Razzmatazz2, Barcelona


Con la repentina muerte de Phil Kennemore en 2011 muchos pensaron que sería el fin de Y&T pero Dave Meniketti, único superviviente de la formación original, ha querido continuar llevando el legado de la banda por los escenarios.
A menudo una banda con tan sólo uno de sus miembros fundadores podría resultar decepcionante, pero estamos hablando de Meniketti: la voz de Y&T y uno de los mejores y más infravalorados guitarristas que ha dado el hard rock.

Para ser un día entre semana y tratándose de una banda que nos suele visitar periódicamente, la sala Razzmatazz2 presentaba una más que generosa entrada.
Con una épica intro la banda subió el escenario y empezaron el concierto con On With The Show, perteneciente al que es su último disco hasta la fecha: Facemelter. Meniketti sonriente, en plena forma y cantando de maravilla. Su voz siempre me ha recordado a la de Phil Mogg de UFO. Ambos tienen un registro único y personal, sello indeleble de sus grupos.




Encadenaron sin respiro con Lipstick & Leather y Keep On Running de In Rock We Trust. Un emocionado Meniketti dedicó la canción Down & Dirty a Leonnard Haze, batería original de la banda que murió recientemente.

La formación actual de Y&T la completan John Nymann a la guitarra, Mike Vanderhule a la bateria y Aaron Leigh al bajo que respaldaron a la perfección a Meniketti, verdadero motor del grupo.
Y&T dieron un buen repaso a su discografía: Dirty Girl, Mean Streak, Black Tiger, Hang’em High, Take You To The Limit o Summertime Girls fueron interpretadas con una emoción, energía y entrega que raramente se ve en grupos con más de 40 años a sus espaldas. 


No se suele citar a Meniketti cuando se habla de grandes guitarristas pero ayer noche, de nuevo, nos hizo tocar el cielo con el sublime solo de I Believe In You. Imposible permanecer indiferente ante tal demostración de energía y sentimiento. Un momento verdaderamente mágico. Aunque no fue el único: Midnight In Tokyo o Rescue Me también fueron puntos álgidos de la noche.
Con I’m Coming Home (Facemelter) finalizaron para volver con Open Fire, 25 Hours A Day (toda una sorpresa con la que viajamos hasta su primer y homónimo disco de 1974) y la esperada Forever, que puso punto final a dos horas de puro hard rock a la vieja usanza.




Lejos queda aquella triada formada por Earthshaker, Black Tiger y Mean Streak (indispensables en cualquier discoteca hardrockera que se precie) pero Y&T continúan demostrando en cada concierto que su esencia permanece intacta. Pocas bandas pueden alardear de haber soportado tan bien el implacable test del tiempo como ellos.




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